martes, 20 de julio de 2010

Cadena Fraternal

Por Q:.H:. M:.M:. Mauro José Pacci Huanacune

Dentro de nuestro templo al observar los objetos que nos rodean, algunos de los símbolos expuestos habrán llamado poderosamente nuestra atención y despertado el justo deseo de conocer su significado.

Entre estos símbolos, que resalta claramente, es la cadena universal que circula por nuestro templo por su parte más alta, casi llegando al techo.

Por tanto la cadena fraternal es sin duda uno de los elementos simbólicos más significativos dentro la Logia masónica. Está conformada por doce nudos que aparecen de trecho a trecho a lo largo de toda la cadena, los cuales simbolizan los signos zodiacales.

La significación simbólica de dicha cadena, es idéntica a la cadena fraternal, que en la plancha de trazar está vinculado específicamente con el simbolismo, se considera también otro aspecto importante de ella: el que tiene como función “proteger”, además de “unir” y de “ligar”, los símbolos y emblemas que aparecen dibujados en el cuadro. En este sentido, la idea de “protección” esta incluida en el simbolismo de la cadena, La “cadena de Unión” que se forma en el seno de la logia masónica antes de terminar nuestros trabajos, sin bien no está construida de elementos materiales, es sin embargo, de mucho más valor, porque esta formada de elementos humanos, de corazones nobles y de buenos propósitos, de ideas mancomunadas, que conviven fraternalmente, trabajando siempre por el mejoramiento de nuestros semejantes y nuestra sociedad.

Esta cadena Fraternal que forman los miembros de una Logia, representa no solo el propósito de ayudarse y sostenerse recíprocamente, sino la cohesión y unidad de esfuerzo para realizar juntos, la obra común de mejorar la vida humana, tanto para el hombre actual como para las generaciones venideras.

Esta cadena nos dice que, como sus similares fuertes y resistentes metales, nosotros constituimos un cerco indestructible en torno a la vida profana, con hechos, realizaciones y principios; es decir, que debemos ser, como verdaderos masones, una acción en pie al servicio de la humanidad y de nuestro propio perfeccionamiento.

Nuestra cadena es mucho más resistente que la formada por los elementos más duros por que día tras día resiste con éxito los ataques de la intolerancia, la incomprensión y las pasiones humanas.

Pero no obstante, esta cadena se abre en dos oportunidades y se rompe en una ocasión. Se abre primeramente en la oportunidad más propicia de nuestra institución, que es cuando ingresa a nuestra augusta orden un nuevo hermano, donde es invitado a que se incorpore a nuestra cadena fraternal. También lo hace cuando algún hermano, habiendo cumplido ya su misión en la tierra es llamado por el G:.A:.D:.U:. y pasa al Oriente Eterno, que es el nombre que nosotros designamos a la muerte.

Se rompe en muy pocas ocasiones cuado un masón, olvidando los juramentos tan solemnemente prestados, traiciona a sus hermanos o no cumple con las disposiciones de la A:.O:., es entonces cuando la cadena se rompe para expulsar de su seno al eslabón que ha perdido su temple.

Cada eslabón se interpreta como: El hombre siempre junto al hombre, nunca el hombre contra el hombre y recibiendo siempre el nombre de hermano.

La cadena fraternal esta constituido por el entrelazamiento que forman las manos, con los brazos entrecruzados (se efectúa cruzando el brazo izquierdo sobre el derecho), de todos los integrantes del taller, el cual, precisamente, tiene lugar alrededor del ara, momentos antes de la clausura los trabajos. En primer lugar, habría que decir que la cadena fraternal es una de los ritos masónicos que aluden a la fraternidad masónica, la que, en efecto, está sustentada en los lazos de la armonía y concordia que entre si ligan a todos los masones, de ahí el porque los nudos en la cadena también se les denomina lazos de amor, pues el amor, entendido por lo más alto, es la fuerza que concilia los contrarios y resuelve todas las oposiciones en la unidad de principio. Por ello la fraternidad representa, por tanto, el fundamento mismo sobre el que se apoya la propia organización iniciática. En este sentido, el entrelazamiento de manos y brazos configuran una trama cruciforme que evoca la imagen de una estructura fuertemente cohesionada y organizada.

Pero este rito se realiza, fundamentalmente, para dirigir una plegaria o invocación al G:.A:.D:.U:., siendo en esta invocación donde reside el sentido profundo y su razón de ser. Así, en la antigua masonería operativa, la plegaria y las invocaciones de los nombres divinos formaba parte constitutiva del rito y de los trabajos simbólicos y precisamente ella se realizaba en la cadena fraternal y alrededor del cuadro de la logia, con lo cual se confirma el papel verdaderamente central que ha desempeñado siempre en la masonería.

Por consiguiente, y según se desprende de esta oración masónica, la unión encadena y fraterna se convierte en el soporte horizontal y psicosomático (terrestre), sobre el que “descenderán”- estimulados por las plegarias- los beneplácitos (bendiciones) de la influencia espiritual o supra-individual- “La Luz”, posibilitando así una vía de comunicación axial entre el cielo y la tierra, o como se dice en el léxico masónico, entre la Logia celestial y la logia terrenal. Es decir, que a través de la invocación lo que se pretende esencialmente es la comunicación con las energías cósmicas (las ideas o atributos creadores del altísimo) cuya acción espiritual ha conformado – y en forma permanente- la realidad simbólica, ritual y mítica de la organización iniciática.

Por ello, siempre cuando nos despedimos los hermanos y clausuramos los trabajos de la Logia, se acostumbra, y así lo indica el Ritual del Rito de York, donde nos reunimos alrededor del Ara y formamos la cadena fraternal, cadena Eléctrica, Cadena Magnética, Cadena de Unión o Cadena Masónica y representa en su forma material los miles y miles masones esparcidos por la superficie de la tierra.

En el interior del templo, la cadena se encuentra abierta en la puerta de entrada, cuyo eslabones representa a los masones esparcidos por sobre la superficie de la tierra y la unión de un eslabón con otro. La parte abierta es para que ingresen nuevos eslabones.

Simbólicamente, la cadena fraternal que une tan estrechamente a los Mas:. en el T:., no se rompe y continúa en el mundo profano con los mismos deberes y obligaciones.

Esta Cadena une a todos los HH:., desde el V:.M:. hasta los Aap:. y en esta posición se pasa la palabra sagrada, la cadena fraternal comienza y termina en el V:.M:.

Finalmente nos reunimos en el Ara, porque es donde se encuentra un círculo donde ningún hermano puede errar y también es donde se encuentra la escala de Jacob; en ella elevamos nuestras plegarias al G:.A:.D:.U:.

Se recomienda que para una mayor eficacia en la generación y uso de la energía espiritual producida, la cadena fraternal se organice de la siguiente manera:

Los HH:. se dispones alrededor del Altar, situándose en el siguiente orden:

  • V:.M:. al Or:., 1er Vig:. al Occ:.; 2do Vig:. al S:. y Cap:. al N:. todos dando frente al altar.
  • A la Izquierda del V:.M:. se sitúan el P:.V:.M:.I:.; M:.de C:.; y MM:.MM:. a derecha se colocan los PP:.VV:.MM:.
  • El 1er Vig:. será flanqueado por los GG:.TT:.; a su derecha se sitúan los CC:.; a su izquierda los Aap:.
  • El Cap:. será flanqueado por los Ddiac:.
  • El 2do Vig:. será flaqueado por el Sec:. y Tes:.

Los HH:. se asirán en la forma debida, teniendo sus pies en Escuadra, no tratar de unir las puntas de los pies.

El M:.de C:. verifica que la cadena esté en la forma debida e informa al V:.M:. .

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