jueves, 11 de febrero de 2010

“HOMBRE LIBRE Y DE BUENAS COSTUMBRES”

Trabajo Masónico presentado por Q:.H:. A:.M:. César Polo Espinal
B.·.R.·.L.·.S.·. Unión Escocesa Nº 152 del Vall:. de Lima

I. INTRODUCCIÓN.

El Hombre libre, tiene libertad para expresar sus ideas, no acepta imposiciones que atenten contra sus principios, ni esta sujeto a la voluntad de otros; no se encuentra atado a ningún dogma que opaque su inteligencia, pervierta sus sentimientos, y sin vicios que lo esclavicen.
De buenas costumbres, implica tener una reputación intachable, como padre, hijo, hermano, esposo, amigo, trabajador, ciudadano, y haber encaminado su vida hacia lo más justo y ético, hacia lo más elevado del espíritu, siendo tolerante y respetuoso con las ideas político-religiosas de sus semejantes.
Solo, aquellos candidatos que reúnan dicho perfil, podrán llegar a convertirse en Masones. Y al serlo, se debe conducir, con las obligaciones del Masón, para con Dios, para consigo mismo y para con la sociedad.

II. DESARROLLO

Ser “libre y de buenas costumbres” es la condición que se pide al profano para ser admitido en nuestra Orden, condición sine qua non de todo progreso moral y espiritual, de todo adelanto en el sendero de la Verdadera Luz, o de la Verdad y de la Virtud. Libre de prejuicios y errores, de vicios y de las pasiones que embrutecen al hombre y hacen de él un esclavo de la fatalidad; de buenas costumbres por haber orientado su vida hacia lo más justo, hacia lo más elevado e ideal. Estas dos condiciones hacen latente en cada hombre la cualidad de masón y la posibilidad de hacerse o ser hecho. Pues, en la medida de su libertad interior y de la orientación ideal de su vida, el hombre es y se hace un verdadero masón, un Obrero de la Inteligencia Constructora del Universo. El despojo de los metales es el despojo voluntario del alma, de sus cualidades inferiores, de sus vicios y pasiones, de los apegos materiales que enturbian la pura luz del Espíritu; e impiden la visión de la Luz Masónica. El intelectual debe despojarse de sus creencias y prejuicios, para que se abra delante de sus ojos el Camino de la Luz y de la Verdad (1). Como el masón debe aprender a pensar por sí mismo, llegando al convencimiento y al conocimiento directo de la Verdad, de nada le sirven las creencias y prejuicios del mundo profano, el masón debe llegar a la Verdad, con esfuerzo individual.
La Historia nos recuerda la famosa pregunta de Tales de Mileto:¿Qué es lo más difícil para el hombre?(2), la respuesta la dio siglos después Sócrates, respondiéndole: ¡CONOCETE A TI MISMO! (3), una pregunta simple para una respuesta igual, sin embargo que difícil es realizarla. Respondiendo también a la pregunta de la Esfinge de Tebas: ¿Quienes somos? ¿De donde venimos? ¿Adonde vamos? (2). Pues el conocimiento de nosotros mismos nos enseña de donde venimos, donde estamos y a donde vamos, podemos inferir que no conocerse a si mismo es ignorancia y no es posible ser libre, y amarse a uno mismo sin el Conocimiento de si mismo. Siendo este la primera y ultima finalidad del hombre en la tierra y que la gran misión individual y personal es descubrir este hecho por UNO mismo.
"Conócete a ti mismo y conoceras a Dios" era la inscripción que figuraba en el pórtico de la Escuela de Pitagoras. El místico alemán M. Eckhart (Siglo XIII) nos dice: "El hombre tiene en si muchas pieles que cubren las honduras de su corazón. El hombre sabe muchas cosas, pero no se conoce a Si Mismo. Treinta o cuarenta pieles o cueros, como de buey o de oso, gruesas y duras, cubren su alma. Entra en tu propio terreno y aprende allí a CONOCERTE ATI MISMO".
Por lo que, el aprendizaje logra su objetivo cuando, comprende una clara diferenciación conceptual en los símbolos, un procedimiento metodológico en su conocimiento para alcanzar el saber y una comprensión del saber hacer, equivalente al entendimiento de adquirir el sentido de algo y la competencia para su aplicación en la vida cotidiana (4).
Comprender qué la espiritualidad masónica, es una actitud ante la vida, determinada por una moral humanista, una ética ilustrada y una libertad de conciencia que nos hace responsable de nuestra perfectibilidad. Por lo que, no basta ingresar en la Masonería para convertirse en un masón, sino que es necesario aprender a ser, tomar sus símbolos y desarrollar con ellos una significativa filosofía y uso práctico en todos los niveles de su vida..
Es muy fácil RR.·. y QQ.·.HH.·., descubrir que tanto Vivimos nuestra existencia como Masones, basta con evaluar nuestra manera de actuar, primero con las VIRTUDES y luego con los VICIOS Y DEFECTOS, y haciéndolo frente a la simbología que representa el DELTA, nuestra realidad se reflejara en el "Espejo de la Verdad de nuestra conciencia". Veremos que cuando dejamos de cumplir con la ley de la “ética y la moral” es ahí que nuestros problemas se inician. Es posible que de alguno de ellos salgamos con un buen susto, pero en otros, debemos pagar con dolor, no solo en nosotros, sino en nuestras familias, nuestros prójimos o nuestros hermanos.(5)
No, nos hacemos este examen de conciencia, porque cada uno de nosotros, pensamos que somos "muy buenos", y con facilidad nos olvidamos de nuestras FALLAS y ERRORES, por lo que, si queremos CONOCERNOS, primero debemos examinar nuestra conducta y luego decidir que camino seguir como hombres que en verdad buscan la PERFECCION por nuestro bien, nuestro entorno familiar y de nuestra Augusta Orden. Por eso cuando se afirma: QUE LA MASONERIA ES UNA FORMA DE VIDA, NOSOTROS DECIMOS QUE ES MUY DIFICIL VIVIR BAJO SUS PRINCIPIOS (5).
Quien, vivió y sirvió a un ideal fue el Q:.H:. Víctor Raúl Haya de la Torre, quisieron obligarle a soñar lo que no deseaba, impidiéndole ascender a su sueño, pero se reveló con imaginación y miró como un "Hombre Libre y de Buenas Costumbres" en su interior y construyó en su alma un templo que le permitió enfrentar esa hostilidad de su ambiente y de su tiempo creada por las clases dominantes del país. Se fortaleció con la FE, LA ESPERANZA Y EL VALOR, que son las raíces de toda virtud, aprendiendo, a orar, a amar y a saber esperar, pero no esperar en el descanso, en la pasividad, en la falta de expectativa del que aguarda que las cosas vengan solas, esperar en la acción, esperar en trabajo infatigable, esperar en la convicción total de que los rumbos del destino de nuestros pueblos serán señalados por los "Hombres Libres y de Buenas Costumbres".
Con este ejemplo entendemos que, la Masonería sirve, para formar, hombres que no sean indiferentes ante los enigmas de la vida y de la existencia, que desean mejorar moral, intelectualmente y ser tolerantes, por medio de ritos y símbolos de los antiguos gremios de la construcción, los cuales nos van a permitir aprender a pensar y profundizar en conceptos como de Libertad, Igualdad y Fraternidad, creando mediante la cadena fraternal y el apoyo espiritual del G:.A:.D:.U:. los lazos de confianza entre todos nosotros.
Entender que, muchos ingresaran a nuestra Augusta Orden, unos por atracción a lo esotérico, por conveniencia u otros motivos. Otros se sentirán llamados por los mismos estímulos, que nos impulsaron a llamar a las puertas de la Log.·. y ser iniciados, e irán descubriendo, como lo hacemos poco a poco, que en el simbolismo y, primordialmente, en los rituales, está encerrada la esencia de la Masonería, esos "misterios" que sólo los iniciados pueden ir asimilando a través del trabajo, diario, duro y paciente, de conocerse a sí mismos en relación con los otros, sintiéndonos estimulados por la apertura de nuevos conocimiento apoyados por los RR:. y QQ:.HH.·. No podemos esperar que nuestra Orden atraiga a una gran cantidad de personas. Lo importante es que dentro de nuestra Orden seamos lo suficientemente exigentes con nosotros mismos para que nuestro accionar y comportamiento en el mundo profano sean lo más ejemplares posibles (6).

III. CONCLUSIONES

Por lo expuesto, RR:. y QQ:.HH.·., ahora puedo entender como Ap:.Mas:. a la Masonería como una "forma de ser" y también como una "forma de estar" en el mundo profano, como una escuela de comportamiento de virtud priorizando la moral con la practica constante de la tolerancia, como nos lego nuestro Q:.H:. Voltaire en su “Tratado sobre la Tolerancia".
Percibo y entiendo que los movimientos físicos en Logia tienen un sentido y un significado explicito, debiendo de ser exigentes con nosotros mismos, para mejorar en la vida profana.
Entiendo, que la Francmasonería se adapto a las diferentes épocas, pero no puede perder su esencia en cuanto a sus Rito y Símbolos (La Masonería Simbólica de los tres primeros grados) pues entonces ya sería otra cosa.
Entiendo, que el trabajo espiritual de un masón radica en cambiarse y conocerse a sí mismo para lograr su perfección interior, este trabajo no es autónomo, pues siempre requiere de la ayuda de los RR:. y QQ:. HH:. y del G:.A:.D:.U:.
También entiendo que la, Masonería no ha estado, no está ni estará libre de que haya iniciados que busquen en ella satisfacer intereses profanos. Pero, como dijo un Q.·.H.·. "puede haber masones que te defrauden, pero la Masonería nunca", dándonos a entender que depende exclusiva y únicamente de, nuestro comportamiento en el mundo profano y de nuestro ordenamiento interno, evitando en lo posible acciones, actitudes que este en contra de nuestros principios y fines, no olvidar a Marcelino Macias, Past V:.M:., (C:.B:.R:.L:.S:. “Estrella Polar Nº 10-110”, Vall:. del Callao) cuando afirmaba que “en efecto, son muchos y muy interesantes los cuestionamientos que nos hacemos, pero que la primera obligación de un Masón es vivir como tal! (7)
Un cuento judío expresa que: En una, lápida judía (matzeva) estaba escrito lo siguiente:
Decidí que iba a hacer todo para cambiar al mundo, pero...no lo logre.
Entonces, decidí que iba a hacer todo para cambiar a mi país, pero...no lo logre.
Entonces, decidí que iba a hacer todo para cambiar a mi ciudad, pero...no lo logre.
Entonces, decidí que iba a hacer todo para cambiar a mi barrio, pero...no lo logre.
Entonces, pensé que iba a hacer todo para cambiar a mi familia, pero...no lo logre.
Finalmente, decidí que iba a hacer todo para ¡cambiarme a mi mismo!
Y fue ahí que me di cuenta que si hubiera comenzado por eso, por cambiarme a mi mismo,
Quizás SI hubiera podido cambiar a mi familia, a mi barrio, a mi ciudad, a mi país y al mundo
Juan Pablo II, en su visita pastoral del 2002, dijo: “El trabajo más importante no es la transformación del mundo, sino la transformación de nosotros mismos”.
Concluyendo RR:. y QQ:.HH:., que si queremos mejorar lo que nos rodea, debemos comenzar a cambiarnos, a mejorarnos, a enriquecernos espiritualmente e intelectualmente a nosotros mismo. Y que, el mundo es como somos nosotros; si queremos cambiar el mundo, primero debemos cambiar nosotros.

IV. BIBLIOGRAFIA
(1) Aldo, Lavagnini. “El Manual del Aprendiz”
(2) Wikipedia - “La Enciclopedia Libre”.
(3) Rene Guenon - Traducido del Cáp. VI de la 1ª parte de "Mélanges", París, Gallimard, 1976. (Publicado la primera vez en árabe en la revista El-Ma'rifah, Nº 1, mayo de 1931).
(4) Christian Gadea Saguier – El Aprendizaje Masónico.
(5) Cesar A. Pain - “Vivir como Masón”, P.·.M.·.Alanza Fraternal Americana, Lodge Nº 92 - Vall.·. de Washington
(6) Alain Bauer - Le Crépuscule des frères: La fin de la Franc - Maçonnerie? (01/09/2005).
(7) Heraldo Masónico, I-EHM-01-98

2 comentarios:

Unknown dijo...

muy interesante Qq.*.Hh, un osculo de paz desde PERÚ

josse dijo...

Me encantó...